"En un mundo donde es tan importante lo visual, deseamos que nuestro logo ayude a reforzar nuestra visibilidad, a crear mayor unidad entre los diversos lugares donde nos encontramos, pero, sobre todo, a recordar que lo más importante es vivir los valores  que nos identifican."
Cliente: Hijas de María Inmaculada Marianistas - FMI
Italia, 2021​​​​​​​
En este primer estadio del proyecto, se plantean diferentes líneas de trabajo. Descartadas las que no tengan ninguna aceptación, se plantearán nuevas soluciones gráficas para el mismo concepto, se perfilarán, se trabajarán las formas, tamaños, proporciones, se trabajarán propuestas de color. No son propuestas finales, son líneas de actuación sobre las que seguir trabajando, no debemos elegir una línea sino descartar claramente lo que no consideremos acertado, apropiado o que carece de los valores y significados que queremos que transmita la nueva identidad común.
En el proceso de creación de la nueva identidad y con el deseo de involucrar a toda la Congregación, se enviaron regularmente las distintas propuestas a cada Unidad de la Congregación, para sondear sus opiniones y evaluar si las propuestas más valoradas por el Consejo, coincidían con las suyas.
Se preferían las propuestas que trabajaban sobre la Cruz Marianista, e incluso, se prefería mantener la misma o modernizarla con pocos cambios. Opinión mayoritaria y compartida viendo las propuestas elegidas por el Consejo. Se presentan nuevas líneas de actuación, todas trabajando sobre la Cruz Marinianista, y aquellos estilos gráficos más valorados en las primeras propuestas, incluyendo varios estilos de cruz, varios colores azules, y diversos elementos gráficos (círculos, coronas) sugeridos por las Unidades o que les parecían que podían ser un camino a seguir.
A este documento, el Consejo responde con nuevas aportaciones (no usar colores arco iris, ver nuevas líneas de trabajo que incorporen círculos concéntricos, etc) que se desarrollan en sucesivas entregas y reuniones.
Viendo que el actual modo de presentación, no nos lleva a la consecución de una línea de trabajo coherente, se propone el cambio de método, en las nuevas propuestas que van a recoger, lo anteriormente acordado. Se plantean varios modelos de Cruz Marianista, todas con el mismo color azul para no elegirla por su color, sino por su forma. Debemos céntrarnos en la forma y elegir una, la más adecuada.
Para reforzar la elección de la Cruz se incorporan ya, en las páginas siguientes, los mismos elementos gráficos, de los ya vistos en propuestas anteriores y más aceptados o nuevos, para tratar de encontrar, en esta fase, una propuesta finalista. De estas propuestas deberíamos elegir ya 1 o 2 propuestas, 3 como máximo, que deberían poder desarrollarse como posibles soluciones finales.

En estos nuevos diseños se han desarrollado nuevos elementos gráficos que no se han visto en anteriores propuestas y que han surgido en el proceso creativo, trabajando sobre los mismos conceptos selecionados y que parecen muy enriquecedores.
En estas propuestas se ha trabajado sobre las tipologías de Cruz Marianista más aceptadas y sobre aquellos elementos que obtuvieron más consenso. Hay que reseñar que en la cruz, se presentan varios tonos de azul: los ya contemplados en las citadas propuestas anteriores y alguno nuevo, menos ultramar, menos marino, más claros y luminosos, que garantizen la legibilidad de la Cruz pero le otorguen unos valores menos masculinos.
Estas son algunas de las propuestas finales que se seleccionaron, despues de 3 meses de proceso y 5 fases intermedias de presentación de bocetos desde el documento inicial, para convertirse  en el nuevo imagotipo de la Congregación.
La línea de trabajo seguida en todo el proceso, ha venido marcada por el deseo expresado por toda la Congregación de conservar como logotipo, la insignia marinista y el color azul como eje fundamental. La cruz marianista ha sido rediseñada sin perder ni un ápice de sus valores y discurso conceptual para hacerla más amable, menos rígida y más “femenina”, manteniendo el concepto del Padre Noël le Mire.
Finalmente, estas tres alternativas se consideraron como las tres opciones más relevantes. De ellas, se eligió una.
Desde Japón hasta Chile, todas las Hijas de María Inmaculada - Marianistas llevamos la misma Cruz como símbolo de nuestra consagración religiosa. Nuestra manera de vestir, nuestras casas, el idioma que hablamos, incluso el modo de rezar puede variar, pero la fe, el carisma, la entrega y el compromiso son los mismos. Con ese mismo espíritu, presentamos un sentir y una manera de ser unificados en todos los ámbitos de nuestra identidad gráfica. 


Nuestro logotipo es claro, sencillo, adaptable a múltiples usos e inspirador del futuro que afrontamos, sin olvidar la historia de la que venimos. La cruz Marianista ocupa el centro. Es una cruz con unos rasgos propios: el grosor del trazo, los bordes redondeados y el color representan nuestra singularidad y característica de mujeres marianistas consagradas.  María, Madre de Jesús y Madre nuestra, nos llama a colaborar en su misión.
Rodeando la cruz Marianista hay dos círculos que nos recuerdan:
• La Alianza con María. Son dos círculos porque una alianza implica a dos partes. María hace alianza con nosotras (el círculo más grande), nosotras aceptamos su llamada y hacemos alianza con Ella (el círculo más pequeño).
• La comunidad. La variedad de formas y colores representa el dinamismo de la comunidad, el camino que recorremos juntas siguiendo a Jesús, la unidad en la diversidad. La circularidad es el estilo de relaciones que cultivamos: la acogida, la escucha, el diálogo, el respeto…
• El cuidado de la Casa Común. El azul, el verde y el amarillo evocan nuestro planeta y la creación. Somos parte de ella. Nuestra misión como Marianistas es contribuir a defender la vida, renovar y sostener la Justicia y la Paz.
• La apertura. El círculo permanece abierto a la Familia Marianista, a la Iglesia, a todo lo que sea colaborar con otros.

Esta nueva identidad visual de la Congregación de las Hijas de María Inmaculada - Marianistas destaca por su claridad y su simplicidad conceptual. Estos valores son tan fuertes que dotan de una gran personalidad a la identidad y a los elementos de comunicación.
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